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sábado, junio 25, 2005

QueremosPaz

La blogósfera

por Sergio Paz


De todas las cosas raras de internet, el fenómeno más curioso e inquietante es sin duda el de los blogs. ¿El de los qué? El de los blogs: diarios de vida escritos en tono confesional que están ahí, expuestos (sobrexpuestos) para que uno opine, postee - alegue, adhiera, comente- sobre lo que han dicho equis personas (idealmente NNs) que de pronto se convierten, amplificados por la red, en nuevas voces de este Chile hipermoderno.En el mundo blog los que blogean son blogers (blogadictos) y los no iniciados no-blogers (gente como uno). Claro que, independientemente de que hayas sido bautizado o no, resulta que ahora todos formamos parte de la blogósfera. Eso porque, según afirman los duros militantes del blogismo, el mundo se ha dividido en dos: a un lado quedó el mundo clásico en el que sólo importa la sobrevalorada información, mientras que en el otro emerge el proto-mundo hiperconectado, en el que lo importante es la emoción. Tal vez por lo mismo, el mundo del blog tiene la ingenuidad (y siutiquería) de Amway, pero también la fuerza revolucionaria de un emergente medio de comunicación que aspira a crear nuevas formas de relacionarnos: básicamente una en la que poco y nada importan las frases hechas o, por decirlo de otra manera, el feed-back cavernícola como el que practica Lucho Jara en "Vértigo". ¿Por qué? Por tres cosas. Al menos.1) En los blogs no tienes que tratar de ser inteligente. Se notaría demasiado.2) Como los blogs son diarios de vida y, pocas cosas hay más pernas que un diario de vida, de verdad podrían convertirse en LA posibilidad de conocer a quien quieres conocer. Chao con las entrevistas, las confesiones, las investigaciones. Lo que viene es la moral Ana Frank; el revival.3) Finalmente el bloger (el autor de un blog) tiene básicamente dos obsesiones. Una: que lo lean (y que se sepa que lo leen). Y dos, la más importante, hacer blogging. O sea motivar a otras personas para que escriban sus propios blogs o, al menos, lean blogs. Eso porque el blog no es sino una forma bien extraña de hacer política Homecenter: la política del hágalo usted mismo, la política del día a día, la política de uno.A propósito, ni Lavín ni Michelle Bachelet tienen blogs, pero sí Sebastián Piñera, quien acaba de sacar uno en el que se nota que alguien le está escribiendo todo, lo cual no sólo demuestra que los blogs están de moda, sino que se están convirtiendo en una sofisticada forma de hacer relaciones públicas. De todos modos hay muchos blogs interesantes (incluido el de Piñera) y en ellos, claramente, uno se puede topar con conocidos y no tan conocidos que arman sus propios diarios murales cual colegiales aplicados. Tienen blogs Cote Evans, Hernán Precht, Libardo Buitrago, Patricio Navia (The world according to Pato Navia), Villouta, Copano y, por cierto, programas de radio como Sandia. ¿Qué se encuentra en todos ellos? Más honestidad que la que se suele hallar en los medios tradicionales. También más confesiones. Más tristeza. Literatura instantánea.Qué puedo decir. Es difícil resistirse a la tentación del blog, especialmente ahora que estamos tan conectados, hay tantas encuestas, tantas opiniones y tantos pajarracos hablando como loros. Pero bueno: eso es lo que pienso yo, mientras allá afuera llueve, llueve y llueve, querido diario.

Sergio Paz.

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