NoEsContraTí.EsContraElSistema

sábado, mayo 29, 2004

one shot 01

“Conviértete en una lata total y la gente te va a empezar a tomar en serio”.

"El gran arte es sobre la culpa y el deseo. Amor disfrazado de sexo. Sexo disfrazado de amor".

Lester Bangs.


“Es mejor ser un tolerante egoísta que un solidario intolerante”.
Fuguet.


El sexo es sólo otra prolongación de nuestra identidad, no es un bautizo sino una confirmación, no es otro mundo sino nuestra atadura a éste. El sexo no es tan importante, pero al mismo tiempo es imprescindible. Es la parte sumergida del iceberg del ser, aquello que nos abraza a los sueños y a las pesadillas, lo que nos devuelve al niño que fuimos y nos obliga a ser adultos.
Gumucio.


“El placer es para los cuerpos hermosos y el dolor para las almas hermosas”
Oscar Wilde desde la cárcel de Reading

estudio super interesante sobre television. soberbio

Domingo 16 de mayo de 2004

Pobrecitos mortales:
¿Se puede vivir sin TV?

VADIM VIDAL


"Mis papás dicen que en mi casa, o estoy en el televisor o en el computador o en el teléfono", dice Nicolás Copano, 17 años, quien se sometió a la tortura de existir sin la "caja idiota" por siete días.Foto:GONZALO LÓPEZ














Para saberlo les pedimos a un escolar de 17 años y a un joven de 29 que se privaran de ella durante una semana.

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VADIM VIDAL

Nicolás Copano (17) trabajó haciendo los Top Five de la primera temporada de Caiga Quien Caiga. Tenía dos videograbadores registrando lo que pasaba en la señal abierta. Los revisaba a vuelta de clases y logró sacar algunas conclusiones: "Ver Mekano es súper enriquecedor, ves que siempre hay alguien que puede estar peor que tú".

En la casa de Luis Hernández (29) hay cinco televisores, uno por pieza, él incluso lee con el aparato encendido. "Si hay algo interesante, miro; si lo hiciera sin nada, ese silencio me distraería".

Retroceder, nunca...

Día 1: Copano (de ahora en adelante NC): "Mi primer día fue bastante tranquilo, había cosas que descubrí que tenía que concentrarme. Como mi colegio, por ejemplo". Hernández (de ahora en adelante LH): "Los primeros días tuve cosas que hacer; lo que me complica es tener conceptuado que "no debo" ver televisión".

Día 2: NC: "Leí artículos en Internet; como que quité una parte para potenciar otras". LH: "Me costó aguantarme cuando llegué de la pega y al momento de comer, porque mi familia lo hace con la tele prendida, entonces tenía que hacerlo solo y con la tele apagada. Comí rápido y como que zanjé el asunto. Dieron Vértigo y tuve que escuchar todo el ruido y las risotadas de mis viejos que lo estaban viendo en el dormitorio del lado".

Día 3: LH: "Me levanto a las 8:30, antes ponía el televisor como despertador, porque la imagen es más fuerte y tiene la hora a cada rato. Sin la tele como despertador llegué atrasado a mi trabajo". NC: "Tengo dolor de cabeza, necesito una buena dosis de Seinfeld".

Día 4: LH: "Es feriado (1 de Mayo), estuve todo el día en la casa, pensé que no iba a poder contenerme. A la hora de almuerzo mis papás solidarizaron conmigo y conversamos en la mesa. Me perdí 31 minutos, nada es perfecto". NC: "Es como estar en clases y querer ir al baño y no poder, ésa es la sensación, que está el profesor en la puerta y no le puedes decir para qué quieres salir".

Día 5: LH: "El domingo me dediqué al Messenger. Dan CQC, que algo te dice de lo que pasó en la semana. Igual es difícil hacerse el leso". NC: "El domingo, para mí, es sagrado ver CQC, es como EL medio en el que mis compañeros de curso y yo nos informamos. No se ven noticieros, se ve CQC. Mientras mi familia estaba viéndolo, yo estaba solo frente al computador escribiendo. O sea, ¡preferí escribir en vez de ver CQC! Está mal; además escribí algo muy depresivo".

Día 6: NC: "En la mañana estaba medio atacado, mis compañeros hacían chistes que yo no entendía. No manejaba esos temas, me lo empezaban a explicar y me podía enganchar de nuevo. Siempre hay un chiste relacionado con la tele". LH: "Mirando los quioscos subentendí que algo había pasado con Passalacqua, pero no supe qué".

Nadie puede

El último día de Luis y Nicolás fue el de las reflexiones, el lugar para que sacaran el opinólogo que llevan dentro.

Luis: "No supe lo del asunto del gas, por ejemplo, porque en mi casa hablamos de las noticias, mientras vemos las noticias. Otra cosa divertida es que el tema de conversación con mis amigos no era sobre otro tipo de cosas, era que no podía ver televisión". Nicolás: "Necesitaba reírme de programas como Rojo. Me fue súper difícil abstenerme porque vivo conectado".

Lo anterior es ratificado por Paulo Ramírez, subdirector editorial de Canal 13 y antiguo columnista de televisión. Basándose en estudios de audiencia, sostiene que el consumo de televisión en los jóvenes es de tipo distraído. "Pueden que le echen una miradita de cuando en cuando, mientras siguen conectados a su entorno de otras formas combinables con la televisión, el Messenger, por ejemplo".

Luis ratifica a Ramírez. "Casi siempre tengo el televisor prendido, que no es lo mismo que ver televisión. Es tener algo en movimiento para no sentirte tan solo en la pieza".

El sociólogo Aldo Mascareño es de la opinión que la llamada "caja idiota" es una compañía que tiene una gran ventaja: no exige nada, simplemente está ahí. "Te hace reflexionar sobre lo que está sucediendo, te permite que tu mente se ocupe de algo, que te olvides de que estás solo".

En un ámbito mayor, Mascareño, sostiene que la principal función de la televisión es ser una herramienta de inclusión social. "Lo que uno conoce del mundo lo conoce a través de los medios masivos. Las conversaciones cotidianas se construyen a partir de esos temas".

Para Ramírez, la televisión es el "Mínimo Común Múltiplo" de las conversaciones que se dan en sociedad. "Es parte esencial de nuestra forma de relación y de identidad. En la conversación cotidiana es donde se expresa mucho de la identidad de los pueblos".

Para Mascareño, más allá de la crítica sobre sus contenidos, la televisión produce temas. "Si uno se excluye de eso, se excluye de la posibilidad de participar socialmente, y no hablo sólo de conversar del Kike Morandé, sino de los temas que los medios ponen en la agenda y sobre los cuales puedes construir opinión y acuerdos".

Mentalidad televisiva

Paulo Ramírez comenzó a escribir sobre TV en 1995. Antes había cubierto otros temas, pero nunca fue tan leído como cuando firmaba su columna televisiva. "Me daba una tribuna gigantesca y eso es porque la gente valora el fenómeno. Lo hace como uno valora ir a la playa los fines de semana largos, y alega que hay mucha gente, pero sigue yendo. Es un rito familiar incorporado sobre el cual la gente tiene opiniones cambiantes". Postula que la TV refleja lo mejor y también lo peor de nosotros mismos: "Si somos consecuentes, no podemos pedirle otra cosa".

Lo que se entronca con la premisa del escritor David Foster Wallace en su ensayo "Televisión y narrativa americana": "La TV es como es simplemente porque la gente tiende a ser extremadamente similar en sus gustos vulgares, lascivos y estúpidos, al tiempo que desorbitadamente distinta en sus intereses refinados, nobles y estéticos".



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