LasReglasDelGonzo

William Blake decía que los caminos del exceso llevan al palacio de la sabiduría. Y el periodismo gonzo de Hunter S. Thompson es manera práctica de llevar a cabo esa idea. Reforzar el gusto por la buena literatura, y a partir de ella, ser capaz de apretar y succionar la realidad. Las reglas son claras, y partir de entrevistas y su trabajo, Thompson poco a poco ha perfilado las características que debe tener este tipo de reportero.

-Un gonzo nunca corrige su trabajo. Debe ser testigo directo de los hechos, y escribir inmediatamente sobre ellos. Debe tratar que sus dedos sobre el teclado capturen todo lo que ocurrió a su alrededor, y mandarlo a su editor sin mirarlo dos veces.
-Si despacha su artículo tarde, ni siquiera su editor podrá revisarlo y pasará directo a la imprenta.
-A un gonzo nunca se le puede exigir objetividad. Alguien objetivo no tiene prejuicios y es propio del ser humano tenerlos, así que es propio del ser humano ser subjetivo. Y manifestarlo le ahorra tiempo a lector que no tiene que estudiar la carrera de un reportero para conocer cuál es su verdadera posición.
-Lo que escribe un gonzo parece ficción pero no lo es. Aunque, como decía Faulkner, la mejor ficción es lejos más verdadera que cualquier tipo de periodismo.
-Un gonzo le enseña la realidad a sus lectores, pero también los hace reír.
-Un gonzo utiliza drogas de manera excesiva, que crean un escenario de la realidad, y al mismo tiempo, del abuso de las drogas.
-El periodista gonzo se convierte en la historia (como una vez que Hunter S.
Thompson salió en los diarios por encender un cigarrillo al lado de los tanques de combustible del avión de Nixon, en la campaña presidencial de 1972).
-Para ser un periodista gonzo hay que tener el talento de un master en periodismo, el ojo de un fotógrafo y los cojones de un actor.